El tango en Buenos Aires en los 90
Entrar a esas milongas era entrar al Tango
de repente, como quien no quiere la cosa
o mās como bien la quiere:
de pronto, sonaba Fiore, con Pichuco o con Piazzolla:
Tito amaba a Fiore y me contaba de las confiterėas,
de los bailes de los 40 y 50:
o bailando en Pompeya, en salones donde pasaban Cumbia media hora
y luego tango para los milongueros: o escuchar a Morān con
Pugliese (con quč otra orquesta iba a ser sino?):
yo escribo en la noche cual Nerōn comiendo uvas negras:
mientras escucha al Flaco con Pugliese:
en la actualidad, las gentes arrojan viejos discos, libros, a la calle
como si fueran hojarasca, basura neta: en un acto de amor
levanto esas despreciadas materias y escucho y leo por las noches
como si no tuviera otra cosa mejor que hacer o deshacer
ademās de escribir poemas sin poesėa
podrā no haber Poesėa
pero siempre habrā poetas
o antipoetas incluso
(incluso seudopoetastros: yo, por ejemplo)
como iba diciendo versos mās arriba: yo hacėa el verso,
el chamuyo sutil hacėa a las bellas
recitando suavemente poemas de amor en sus oėdos
ellas, las abogaduchas o pųblicas contadoras
reėan a carcajadas a causa de las sandeces que propalaba gratuitamente,
gratamente, mientras sonaba la mųsica:
corazōn de papel: todo ha terminado para quien esto escribe
para quien esto escribe, solo basta recordar los viejos tiempos
en los que bailaba noches enteras, dėas enteros
hasta altas horas de la noche, mientras amanecėa
hasta que las velas no ardėan
como si no tuviera otra cosa que hacer
bailaba como un condenado a muerte
aquella mųsica maravillosa que me volvėa absolutamente loco de atar
loco de remate
y todo mientras como negras uvas cual Nerōn
mientras Roma se quema
de pronto, o de golpe, entraba al salōn de baile
como si entrara al Tango mismo: las parejas bailaban lentamente
tete a tete
mejilla a mejilla
hablāndose al oėdo
o mirāndose a los ojos
como 2 enamorados
perdidamente
el tango alternaba con la Aventura, el vals criollo y la milonga
tambičn con la cumbia, el jazz, el pasodoble y la salsa
en una especie de licuadora musical y danzante
yo iba de una punta a otra del salōn como un angustiado
procurando levantarme una mina
o en su defecto, bailar unos buenos tangos
con una hermosa que bailara bien
pero no todo se limitaba al tango
porque tambičn bailābamos rock & roll
que nos hacėa transpirar un montōn
al punto de dejar el saco sobre la silla
o desencorbatarnos
y la cosa no terminaba allė
porque al terminar el baile
nos dirgėamos al hotel o albergue mās cercano
con el fin de hacernos el amor
y acabar felizmente fulminados
por ese rayo interior
aquel dulce terremoto llamado orgasmo
que nos hacėa quedarnos dormidos inmediatamente
desnudos y abrazados
o simplemente haciendo cucharita
para entonces ya era domingo a la maņana
y presurosos nos dirigėamos a la confiterėa mās cercana
con el objeto de desayunar un sabroso cafč con leche con medialunas
que por aquel tiempo era medianamente barato
y no como ahora 2024 que es un afano total
debido a la hiperinflaciōn dosificada
Perdōname
Tango abolerado, como le gustaba decir a Tito Bardi
por Pacheco y Fresedo
Y a la tarde del domingo, otra vez a bailar sin parar
como si no existiera otra cosa que hacer
los fines de semana
que milonguear y hacer el amor
mirāndonos a los ojos como 2 serpientes mutuamente hipnotizadas
y hablāndonos al oido
mientras tomamos unos ricos copetines
y miramos bailar a las parejas
la mųsica mās hermosa del universo